Se trata de una tarta de queso. ¿Otra? Pues sí, se basa en la receta que puse hace ya tiempo para estrenar este blog, pero esta vez tiene algo diferente.
Los fines de semana y especialmente los domingos nos reunimos la familia a comer y uno de mis tíos es diabético tipo II (el de pastillas). El pobre lo lleva bien, pero siempre tenía que conformarse con fruta cuando sacamos algo dulce de postre.
Así que desde hace un par de semanas andamos investigando un poco para buscar alternativas al azúcar que no supieran a rancio (como pasa con la sacarina y demás edulcorantes que se encuentran en el súper ¬¬) y dimos, entre otros, con este blog que nos ha resultado muy útil: Diabetes y bomba de insulina.
Un sitio muy recomendable para quienes padezcan esta enfermedad, con recetas, consejos y mucha información.
Ahí fue donde supimos de dos edulcorantes aptos para diabéticos, que se pueden utilizar para cocinar y sin dejar regustos raros: El Sirope de ágave y la tagatosa.
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| Éste es el sirope de ágave que hemos comprado nosotras, pero hay muchas marcas :) |
No voy a explicar qué son puesto que en las entradas que enlazo hay toda la información necesaria :)
Pero os diré que hemos comprado ambos edulcorantes para ir probando y hasta el momento las recetas que hemos hecho han sido un éxito en casa incluso entre los más "maniáticos", y a mi tío no le ha afectado para nada a la glucemia. Genial ¿no?
Hay otros edulcorantes que también se pueden utilizar para cocinar, por supuesto, pero tienen desagradables efectos secundarios, como la sucralosa, cuyo uso puede provocar molestias gastrointestinales y diarrea. (Asi que va a ser que no la usamos).
Hay otros edulcorantes que también se pueden utilizar para cocinar, por supuesto, pero tienen desagradables efectos secundarios, como la sucralosa, cuyo uso puede provocar molestias gastrointestinales y diarrea. (Asi que va a ser que no la usamos).
El sirope de ágave es más fácil de encontrar aunque no lo parezca, de hecho nosotras lo encontramos en la herboristería del barrio y no nos miraron con cara rara sino que sabían de qué iba la cosa. Con lo que si vivís en una ciudad medianamente grande no deberíais tener problemas para encontrarlo.
Es caro, para qué os voy a mentir, un bote de más de 600 ml nos costó unos 6 euros pero cunde muchísimo. Es apto para dietas veganas por cierto, y está tan dulce y tan rico que me lo he llegado a comer a cucharadas <3. Hicimos unas natillas buenísimas con él.
Y esta semana ha tocado el turno de probar la tagatosa.
¿La pega de la tagatosa? Que aparte de que es cara también, es difícil de encontrar, ya que todavía es muy desconocida y cuando la pides en la herboristería aquí sí que te miran con cara rara (de hecho el dependiente me quería colar otra cosa pensando que yo estaba equivocada y que no sabía lo que quería ¬¬). Pero también cunde mucho puesto que en las recetas apenas hay que usar la mitad de lo que se usa de azúcar y para usarla de vez en cuando ya que tampoco tomamos dulces a diario está bien.
Además, la familia se lo merece todo ¿no? Bien podemos gastar un poquito más y que todos estén contentos.
Vaya pinta, ¿verdad? Pues mejor sabe, está riquísima, ¡y sin azúcar!.
Eso sí, no es una tarta que pueda llamarse "de dieta", porque aparte de que la tagatosa sí tiene calorías a diferencia de otros edulcorantes (aunque menos que el azúcar) lleva mantequilla, queso, huevos, etc...O sea que un poco menos calórica de lo normal sí que es, pero para nada "ligera".
Como la vez anterior, la receta es básicamente la misma de la pastelería Hummingbird pero aparte de llevar tagatosa en vez de azúcar, la base es distinta, ya que la hemos tomado de otra receta de tarta de queso del mismo libro.
Sin más, la receta:
- 200 gramos de galletas Digestive sin azúcar (las de Gullón están muy ricas)
- 150 gramos de mantequilla derretida
- 900 g de queso crema
- 120 gramos de tagatosa (o 190 de azúcar si la hacéis "normal").
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 4 huevos
Precalentar el horno a 150º.
-Punto a tener en cuenta: la tagatosa no puede superar los 180 grados o se quema. Con tener a cambio un poco más de tiempo las cosas en el horno, no hay problema.
-Ponemos esta mezcla en la base del molde apretando para comprimirla.
-Guardar en la nevera mientras preparamos el relleno.
-Poner el queso crema, la tagatosa y el extracto de vainilla en la batidora y batir a velocidad lenta hasta que la mezcla sea homogénea. Ir añadiendo los huevos uno a uno sin dejar de remover.
-Cuando esté homogéneo, sacar el molde del frigorífico y verterla sobre la base.
-Colocar el molde dentro de una bandeja o fuente de hornear honda y llenar con agua hasta que alcance unos 2/3 de las paredes del molde.
- Hornear unos 50-60 minutos o hasta que se vea hecho pero que todavía "tiemble" en el centro.
Dejarlo enfriar y refrigerarlo después en la nevera toda la noche.
Un par de consideraciones:
-Nosotras usamos un molde redondo de unos 18 cm de diámetro, de ahí que salga tan altita como la veis. Si queréis que salga más bajita usad uno más grande, siempre que quepa dentro de otro recipiente para ponerlo al baño María. :)
-También recomendamos usar un spray antiadherente para rociar el molde antes de utilizarlo.
Son aceites comestibles sin calorías y sin sabor, pero que permiten desmoldar las tartas y bizcochos más fácilmente. Éste es el que usamos nosotras:
Creo que no me dejo nada en el tintero. Espero que os haya resultado útil esta entrada por si conocéis a alguien con este problema o simplemente queréis buscar alternativas más sanas al azúcar :)
¡Hasta la próxima entrada!
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