Tarta de caramelos de café

Hoy traigo otra receta de tarta.
En esta ocasión, es una receta un tanto especial. No por nada, porque en realidad no es mía, de hecho la he encontrado buscando un poco en blogs de recetas. Lo que tiene de especial es uno de los ingredientes principales.




Se trata nada más y nada menos que de pastillas de café y leche.

No son los típicos caramelos de sabor "café con leche y a correr" que hay en los supermercados. Son pastillas entre blandas y duras,hechos con café Y leche. Son típicos de Logroño. Mi hermano los trajo hará un año y medio como recuerdo de un viaje que hizo a aquella zona.

Nosotros no hemos sido mucho de caramelos nunca, pero a mi padre le encantaban.  Cuando se acabaron los que trajo mi hermano de recuerdo, me hizo buscarlos pero aquí sólo encontraba los normales de siempre. Así que me puse a bucear un poco por internetes y encontré una tienda logroñesa que los enviaba a toda España.
Lo único es que enviaban a partir de 1 kg de caramelos, asì que te encontrabas con toda una señora bolsaza en casa XD pero para mi padre eso nunca supuso un problema; después de comer siempre pedía "una pastillita" o dos...Algún día que otro llegó a comerse tres. Por suerte nunca tuvo problemas de azúcar...
Pero el pobre no pudo llegar a terminarse la última bolsa que compramos.
Y como era el único que los comía, pues ahí que se habían quedado sin usar, una pena. Y no voy a negar que tenerlos ahí traía recuerdos agridulces.

El día 13 fue San Antonio, su santo y el de la mitad de la familia, así que aunque no estamos para celebraciones por motivos obvios, quisimos hacer algo un poco especial para los que aquí seguimos. Y se nos ocurrió hacer algo para terminar los caramelos y aprovecharlos.

Buscar recetas hechas a base de caramelos no es fácil (sólo encuentras recetas para HACER los caramelos en sí) pero finalmente encontré la página web de los caramelos Werther´s original.... y tienen un montonazo de recetas hechas con estos caramelos. Pues a usar los nuestros y a probar.
Iba con la idea de buscar una receta que empleara más o menos la cantidad de caramelos que quedaban en la bolsa, para terminarlos de una vez.

Finalmente dimos con una que justo tenía dicha cantidad, y sin encomendarnos a nadie pusimos manos a la obra.

Y éste es el resultado...Una tarta sorprendentemente cremosa, ligera y con un suave toque a café que le dan los caramelos.

Mirad, mirad qué pintaza...Pues más rica estaba.

Parece un poco complicada, pero no lo es en absoluto. En realidad es muy fácil de hacer. 

Tengo que probar a hacerla con los caramelos originales, porque si con éstos está rica, con lo buenos que están los Werthers debe estar aún mejor :9

Pues he aquí la receta: 

Base:
1 rulo de galletas tipo Digestive (las del Mercadona por ejemplo van genial).
100 gramos de mantequilla sin sal.
Un poco de leche, la que admita para que la mezcla no quede seca.

Relleno: 
150 gr. de pastillas de café y leche. O caramelos de nata, o Werthers...lo que queráis.  
500 ml. nata líquida para montar (importante que tenga mínimo un 35% M.G.) 
1 tarrina queso mascarpone o Philadelphia. Yo usé esta última del Lidl, que me encanta. 
125 ml. de leche 
2 sobres de cuajada 
2 cucharadas de azúcar (yo le puse un poquito más :9).

Cobertura: 

100gr de caramelos 
2 láminas de gelatina 1
100 ml. de agua

PREPARACIÓN: 

Base de galletas:
Triturar las galletas (hasta que quede como polvo de galleta). Reservar aparte.
Poner la mantequilla unos segundos a derretir en el microondas.
Verterla sobre las galletas trituradas y mezclar muy bien. Si es necesario, echar un poquito de leche para que liguen mejor, y mezclar.
Poner esta base de galletas sobre el molde que vayamos a utilizar. Aplanarla bien para que quede uniforme. En mi caso, como el molde que he usado es más bien pequeño, me sobraba mucha galleta, así que la puse también por las paredes. 
Reservar esta base de galletas en la nevera mientras preparamos el resto.

Tarta:

Calentar la nata en un cazo.
Añadir 150gr de caramelos, removiendo con una cuchara de madera para que no se pegue.
Cuando se derritan los caramelos por completo, incorporar el queso Philadelphia y 2 cucharadas de azúcar.
Mientras, en un vaso ponemos 125 mililitros de leche y disolvemos los sobres de cuajada.
Cuando la mezcla de los caramelos, el queso y el azúcar anterior lleguen a ebullición incorporamos la cuajada. Cuando vuelva a hervir, apartamos del fuego y dejamos templar un poco.
Una vez más templado, se lo echamos a la base de galletas y reservamos en la nevera mientras hacemos la cobertura.

Cobertura:

Poner el agua a calentar en un cazo.
Añadir los caramelos enteros hasta que se deshagan, a fuego medio.
Mientras tanto ponemos a hidratar las 2 laminas de gelatina en agua fría.
Cuando se hayan deshecho los caramelos, incorporarles  la gelatina y dejamos enfriar un poco antes de añadirla a la tarta.
Lo vertemos sobre la tarta despacio, procurando que caiga de forma uniforme. 
Meter en la nevera unas horas para que cuaje, desmoldamos y servimos. 

Como véis no es tan complicada como podría parecer. Y está bueníiiisima y nada empalagosa. El experimento ha salido muy bien.
Y éste fue nuestro pequeño homenaje, por partida doble, a nuestro padre. Ojalá hubiera podido probarla, pero qué le vamos a hacer...
La próxima vez, probaremos a hacerla con los caramelos Werther, a ver qué sale.

¡Hasta la próxima entrada! ¿Será una receta, no lo será...? ¡A saber!